Curso de Actualitzaciones en el tratamiento del dolor – XVI edición
10 de Octubre de 2018 – De 15-17h – A la Sala d’Actes de la Vall d’Hebron, Barcelona
Música, salud y analgesia a cargo de la Dra Carme Batet
Los pacientes que se encuentran con situaciones de estrés importantes, dolor crónico o patologías como Fibromialgia, su vía inhibitoria descendente no funciona correctamente, es decir el mecanismo interno para afrontar estas situaciones de estrés o dolor, no responde. En situaciones normales el cerebro, al recibir estímulos que producen dolor, activa la vía inhibitoria descendente, activa el sistema opioide endógeno, la vía noradrenérgica a fin de contrarrestar la información nociva que recibe, pero en casos como los que hemos mencionado, esta respuesta endógena deja de funcionar.
En situaciones clínicas como las mencionadas esta vía no funciona correctamente y tenemos que estimular mecanismos que pueden estimular nuestro cerebro para que establezca nuevas conexiones neurológicas, que nos ayuden a hacer frente a estas situaciones.
Se ha comprobado que la música actúa sobre el sistema Límbico, realiza interconexiones neuronales sensitivo-motoras, estimula el sistema dopaminérgico de recompensa, ayuda a estimular los circuitos de la atención y de las emociones y como consecuencia puede ayudar a equilibrar la vía endógena descendente y por tanto hacer frente al dolor. Optimiza nuestros propios mecanismos neuronales, ayuda a recuperarse de algunas enfermedades que han dañado el sistema nervioso central, i ayuda en la recuperación de intervenciones.
Si en este casos, en ves de eso optamos por dar opioides, podemos inhibir los sistema opioide endógeno, de manera permanente y estimulamos a depender siempre de una farmacología externa.
Nosotros escuchamos música como decía Nietzsche con nuestros músculos, es decir implicamos todo nuestro cuerpo y esto automáticamente tiene unas consecuencias cerebrales que nos pueden ayudar.
Hemos hablado ampliamente de este tema en el Congreso de la IASP (Asociación internacional para el Estudio del Dolor) que se ha realizado en Boston este septiembre.
Curso abierto a todos los profesionales de medicina y enfermería.
